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jueves, 14 de agosto de 2008 |
Productos nocivos |
Material de trabajo. 14-08-08 Programa: Con Clase
Las creencias populares son siempre un golpe duro contra el progreso de la ciencia, no creo yo que sea un impedimento hacia el conocimiento, pero si una necesidad hacia las soluciones simplistas y por demás peligrosas.
Traigo a colación esta temática por una lectura que tuve hace unos días.
Me abstendré de dar los datos del donde leí y quien lo escribió, así como no pondré motes despectivos como “charlatanes” o “farsantes”, mas bien inexpertos, que logran en ocasiones un bien, aunque con métodos pocos creíbles.
Durante esta lectura la persona recomienda ciertos productos, por demás riesgosos, para que la persona experimente y se saque de dudas, tal vez para quedar bien con el patrocinador o por simple curiosidad, pero la curiosidad siempre termina acabando con el gato.
Podemos notar a las personas que prefieren la ayuda o placebo de métodos mas bien fantasiosos, dígase chamanes, brujas o santos, donde por obra mágica los males se curaran, dejando a un lado la urgente ayuda que podría necesitar.
Tes, pastillas, rezos, hierbas y demás tal vez podrían ser de ayuda en cierta forma, pero ignorar la ayuda profesional podría traer graves problemas, desde lo más sencillo como una intoxicación o enfermedad, hasta lo irremediable como daños crónicos o la muerte.
Pongámoslo en claro, ninguna bebida hará que tu pareja te sea fiel toda tu vida, ninguna pastilla hará que tu miembro crezca considerables tallas, ninguna hierba curará el cáncer o sida, al menos no con las pruebas que existen hasta ahora.
Es muy fácil pensar que con un poco de cariño, fe y esperanza la persona pueda mejorar, pero el dolor y el peligro crecerán conforme pase el tiempo.
Tal vez la ayuda que ofrezco no es del todo correcta, ni exageradamente profesional, pero no cierro ninguna puerta, siempre habrá un especialista o una tentativa respuesta fuera de una idea anímica.
El miedo a una enfermedad es normal.
El miedo al desempeño sexual es normal.
Las inseguridades son normales.
Lo que no es normal es el tratar de evitarlas, negar su existencia y acarrear con ellas de por vida. Recordemos, no hay curas milagrosas siempre, tal vez una de cada mil podrían llegar a ser, pero el resto tiene situaciones traumáticas, dolorosas e irreparables.
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posted by T3Mo @ 22:28 |
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5 Comments: |
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yo creo que a veces el placebo ayuda y mucho,por supuesto nunca sustituyendolo por la medicina real y necesaria,sino como complemento.
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Hola, amigo. Te había perdido la pista. Hoy la recupero con placer y me pongo al días de tus últimos escritos. Un cordial saludo!
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es que aveces nos es dificíl reconocer queestamso enfermos pero no hay quedejar la medicina de lado..apayo tu saber de que no hay "curas milagrosas"
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Así es. A mí también me frustra que la gente crea en ese tipo de creaciones comerciales como solución a sus problemas. Creo yo que una mezcla de ignorancia y desesperación es lo que lleva a la gente a consumir todo tipo de sustancias milagrosas, llamar a números 01900 milagoros o someterse a tratamientos milagrosos, que al final sólo sirvieron para quitarles su dinero y la fe que pudo ser bien correspondida si se hubiera optado por un tratamiento profesional.
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la ignorancia es el peor mal de la humanidad, y el miedo de aceptar las cosas afecta mas de lo que crees
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yo creo que a veces el placebo ayuda y mucho,por supuesto nunca sustituyendolo por la medicina real y necesaria,sino como complemento.